Animecream

El ambiente se desenvuelve en un plano virtual de un juego online, repleta de diálogos muy recurrentes en gran parte de toda la serie que aparentemente no llevan a ningún lugar, vale destacar de su ambientación la espléndida y obnubilante banda sonora en comparación de lo desabrido que puede llegar a parecer el resto de la trama.

Una vez más Kunihiko Ikuhara lo volvió a hacer, logra crear un anime muy intenso y adictivo, con personajes erráticos que le ponen un picante interesante a la obra, como si fuese una maldición de repente se desvía hacia la Fantasía y elementos de diversidad con algo de exceso, empieza a perder todas las proporciones, y trata de entretener con coreografías prediseñadas repetitivas.

Una historia situada en una realidad futurista algo utópica que podría volverse distópica y un grupo de personajes que de forma extraña tratan de tocar temas desde ciencia ficción y ecología con un extraño apartado de fanservice de chicas rellenitas y algunas escenas de acción intentando llegar a una conclusión.

El primer capítulo desbordaba gran potencial Pero a medida que avanzan los siguientes se va volviendo una serie muy endeble, su argumento es tan profundo como un charquito de carretera, y al personaje lo inundan con una gran cantidad de características de un emo otaku solitario fanático de los videojuegos apto para que cualquier desprevenido se inserte en este protagonista.

Plantean una forma muy interesante para contar unos eventos ficticios históricos, apegados a diferentes líneas temporales generacionales, donde sobresalen lo extravagante, bizarro y grandes secuencias de acción aventura pero con ese toque fuera de tono, acompañado de grandes bandas sonoras, haciéndolo un grandioso anime de trama ligera de acción y aventura.

Haciendo gala de Un diseño horrible, efectos visuales animación por computadora asquerosa, y una trama tan lenta tediosa y por momentos aburrida adornada con un montón de personajes infantiles y ridículos que intentaban contar una historia de ciencia ficción como siempre adornada con una magia científica ridícula.

Un anime lleno de mucho contenido militar, luego le incluyen ocultismo e invocaciones de seres sobrenaturales vestidos con armaduras, política internacional, economía, comercio exterior, hegemonía de grandes empresas, familias y filosofía Samurai antigua japonesa. Una locura tan descabellada que demuestra que este tipo de series nunca triunfarán comercialmente.

El gran fuerte de esta primera temporada es la presentación de los personajes y su entorno de una forma muy entretenida, hecho que se pierde al incluir las típicas peleas chinas de acción y aventura que resulta ser un poco más de lo mismo salvo algunas escenas muy llamativas y con animación explosiva, resultado ser una saga de un poco más de lo mismo pero que puede llegar a entretener.

Se plantea un entorno realista y de cacería de un grupo especializado en búsqueda y neutralización de unos entes con poderes sobrenaturales conocidos como brujos. Al mismo tiempo intentan desarrollar las historias de los personajes sobre los cuales recae la responsabilidad de este tipo de trabajo una fórmula muy similar que se repite en la década del 2000.

Es una obra de animación original que desde un principio se presentó de forma polémica, muy insinuante en especial por las posiciones adoptadas por sus pilotos, esto la llevó a ser censurada en algunos países, y básicamente este fue el primer gancho de Fanservice que utilizó esta obra para atraer público, mientras presentaba a una protagonista imponente, estética y visualmente muy atractiva.