Animecream

Continuando con la historia inconclusa, utilizando recursos brillantes en la narrativa y en el desarrollo de la trama, presentan esta segunda intrigante temporada revelando otros secretos que habían dejado sin concluir en la primera, siendo una de las sagas más adictivas y apoteósicas de los últimos tiempos.

Cómo era de esperarse es una serie muy sutil, agradable, con un toque de tragedia qué serviría como pilar estructural del resto de la serie, otro de los ejes principales era el deporte siendo fiel a la fórmula de este autor y sus anteriores trabajos, en especial por los personajes, sus historias, sueños, romance y un sentido del humor tenue apropiado para contar esta grandiosa obra.

Como siempre presentando una historia en el entorno ya conocido pero incluyéndole unos giros argumentales humanos y personales proyectados tanto por los protagonistas como el resto de sus rivales, ahondando en cuestiones éticas y dramáticas ofreciendo un cambio de guion y diseño proponiendo una serie muy entretenida al mismo tiempo interesante.

Transmutan la magia por la alquimia en un entorno militar-político muy bien engranado, con historias robustas contando las aventuras de los hermanos Elric, buscando recuperar todo aquello que han perdido al quebrantar un tabú, encontrándose con los dogmas personales humanos personificados en aquellos pecados cometidos que llevaron a violar aquellas prohibiciones.

El mundo se vuelve cada vez más caótico, las consecuencias de batallas ancestrales han dado frutos, creando revoluciones y bandos entre los mismos demonios. Lina Inverse y sus amigos se ven involucrados en juegos de conspiraciones y luchas internas entre demonios, donde los seres humanos no tienen oportunidad. Siendo esta la mejor adaptación de la franquicia.

En esta ocasión el protagonista es un peleador varonil en contraste al común estereotipo de protagonistas de Rumiko, pero para emparejarlo le agrega un vergonzoso secreto, hundiendo al protagonista en un sinfín de problemas generalmente causados por su padre, mientras intenta recuperar lo que ha perdido en un entorno de comedia romántica-harem, proyectándola como una obra magistral.

Bienvenido al mundo de un hikikomori: conspiraciones, aventuras y ciencia ficción, problemáticas sociales, un mundo lleno de otakus, proporcionándole un aire de realismo existencial a esta obra, al mismo tiempo indagando en la personalidad de los protagonistas acentuando su inadaptación al mundo real, proponiendo una interesante historia modernista.

Intentan mantener el nivel de la segunda temporada tratando de no decaer en el guión, manteniendo el estilo visual acompañado de grandiosas bandas sonoras, como siempre tratando de mantener las incógnitas mientras resolvían otras, cargado con escenas de acción y la inclusión de otros personajes qué le daban un nuevo respiro a la saga, logrando sostener la calidad de la temporada anterior.

Retomando la idea de inserción en mundos mágicos con mechas, soportadas con una potente animación y bandas sonoras, intentaba revolucionar y dar un nuevo aire a este tipo de género pero lamentablemente se convirtió en una rareza y en una obra aislada de los 90's, como siempre Sunrise intentando crear nuevas tendencias.

El mundo de los otakus puede ser visto como un agujero negro, el cual se puede despreciar pero por otro lado es también un sitio maravilloso lleno de fantasías y de sensaciones sublimes, precisamente es el protagonista quién se da cuenta de lo maravilloso de este mundo y quiere convertirse en el rey de los otakus, en el intermedio presentan una especie de documental decadente burlesco.