Animecream

El pie de entrada de la historia es la búsqueda y el infortunio del protagonista que de alguna forma queda atado a vivir las aventuras en una singular agencia de viajes interespaciales como eje en las desgracias de los protagonistas, creando una trama agradable entretenida y divertida en cada episodio.

Esta serie es muy volátil, hasta el momento era quizás el más grande e imponente super robot en toda la extensión de la palabra, en especial por el dibujo, la animación y transformaciones del inventario mecha, al mismo tiempo la última entrega y la cúspide más alta de las sagas Yuusha.

Finalizando la franquicia plantean un universo totalmente opuesto con adelantos tecnológicos en una era espacial caótica y distópica, donde las protagonistas tienen como misión buscar al siguiente guerrero Lámunes, premisa que se presta para contar una serie ecchi subida de tono.

Retomando de la primera entrega de los 80, un concepto interesante de transmigración y conflictos a lo largo del espacio por razas que quieren mantener su supremacía, manipulando y subyugando a otras, como resultado una serie de conflictos interesantes con un diseño visual muy fuera de lo común pero muy llamativo, haciendo una historia diferente.

Esta obra supo explotar la animación, las bandas sonoras, el estilo visual en favor del espíritu de la espectacularidad de la década, construyendo una serie muy atractiva pero lamentablemente se vuelve una mazamorra, también terminó cruzando la línea del Super robot.

Una forma muy original para plantear un eufemismo entre la magia y la tecnología utilizando todos los elementos culturales sobrenaturales japoneses enmascarados con una capa tecnológica muy superficial, para dar paso a una serie de personajes de una historia que intentaba volverse robusta, siendo una gran innovación pero al mismo tiempo basados en elementos y tramas ya existentes.

Sobreexplotando la idea de idols de esta franquicia envolviendo en moe multicolor, personajes superficiales que sólo servían para adornar el diseño, que precisamente era muy inferior a sus anteriores entregas, una trama muy endeble, qué servían de apoyo para su punto fuerte que era el despliegue y producción audiovisual especialmente los apartados musicales.

En un futuro donde la guerra se libra con máquinas no tripuladas, los habitantes del sector 86 luchan en secreto mientras son negados como seres humanos. Entre batallas y sacrificios, Shinei lidera a su escuadrón enfrentando un destino impuesto por una sociedad ciega, en una historia cargada de drama bélico y reflexión existencial.

En calidad de mención hay que destacar el aporte que hizo este anime conectando Z Gundam después de los conflictos de un año, referenciando la creación de Los Titanes, pero es un anime que de por sí pierde muchísimo valor, tenemos la misma fórmula, la narrativa y un triángulo amoroso, un anime que no era necesario en los 90's pero claro atractivo para el culto de la franquicia Gundam.

Esta serie plantea introducir un estilo visual oscuro casi criminal al mejor estilo de la serie animada de Batman, con un arte oscuro y basado en detalles audiovisuales muy bien cuidados elegantes qué hacían juego con la banda sonora, y en forma forzada le incluían a la trama un robot gigante sobre una ciudad llena de misterios.